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Lourdes Montes nos enseña la tarde en alta mar de Francisco Rivera y su hijo pequeño

El verano está al caer y la familia de Francisco Rivera ya ha empezado a hacer planes veraniegos. Así nos lo ha compartido Lourdes Montes con una fotografía en su Instagram con el siguiente mensaje: “Los dos hombres de mi vida. No os soltéis nunca”. Una publicación en la que aparece el torero agarrado de la mano del pequeño Curro y con bañadores conjuntados. La imagen ha emocionado a los seguidores de la sevillana que no han dudado en llenar su perfil de mensajes cariñosos y comentarios que destacan lo grande que está su hijo pequeño, ‘Currete’. El hijo del matrimonio cumplió dos años el pasado mes de enero y guarda un fuerte parecido con su familia materna, así lo aseguraba Lourdes en una entrevista que concedió a la revista ¡HOLA! cuando afirmó que “Los ojos de Curro son idénticos a los de mi madre y mi hermano, azules”.

Para este día en barco, padre e hijo se vistieron a juego con un bañador azul con flores rosas. Francisco, por su parte, lo conjuntaba con un polo y gorra azules. Durante la experiencia, el diestro estuvo muy atento a su hijo e iba explicándole cómo funcionaba todo. “Es muy travieso y muy bruto. No para nunca. Lo coge todo, lo tira todo y se tira de cabeza a por todo”, confesó Fran en una entrevista para el medio citado. “Me encanta jugar con los niños y llevármelos a todos sitios. Nuestros planes giran siempre en torno a poder estar todos juntos” añadió.

Francisco Rivera y Lourdes Montes empezaron a salir en 2011 y, dos años más tarde, el 14 de septiembre de 2013, se subieron al altar en una emotiva boda que tuvo lugar en el Recreo de San Cayetano, Ronda, donde hubo más de 300 invitados. Casi un año después, en julio de 2014, el matrimonio consiguió lo que llevaban tiempo deseando, casarse en la Capilla de Los Marineros de Sevilla, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, un lugar con mucho significado para el diestro y desde aquel día para su mujer. Francisco había firmado la nulidad de su matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo y deseaba “prometerle amor eterno a Lourdes en ese altar”.

Desde entonces, el matrimonio se ha mantenido feliz y unido, especialmente cuando nacieron sus dos hijos. El 19 de agosto de 2015 llegó a sus vidas su hija Carmen y, cuatro años más tarde, el 9 de enero de 2019, nacía Curro. La pareja está ilusionada con sus pequeños y podrían plantearse ampliar la familia más adelante. “Nos gustaría sí, pero el pequeño es muy pequeño y me estoy recuperando un poco de las noches sin dormir y de todo lo que implica tener un bebé en casa. Además, no me gusta que los niños se lleven poco porque, si hay más distancia, creo que se disfrutarán más. Pero sí, nos apetece un tercer hijo, aunque no a corto plazo”, dijo la diseñadora en una entrevista.

Por otro lado, Francisco y Cayetano Rivera han decidido aparcar la reclamación judicial que le habían impuesto a Isabel Pantoja. Después de que su hermano Kiko declarase haber visto los enseres de toreo de su padre ‘Paquirri’ escondidos en la finca de Cantora, los hermanos Rivera Ordóñez decidieron retomar la lucha por las pertenencias que el torero les dejó en herencia en su día y que la tonadillera lleva 30 años negándose a devolver.

Fran y Cayetano iniciaron un requerimiento notarial confiando en que de una vez por todas Isabel Pantoja cedería, pero la difícil situación personal y económica de esta ha hecho que se apiaden y hayan dejado a un lado este requerimiento.

“Me apiado de ella. A mí si me importa la situación anímica de las personas y esta mujer me da pena” ha dicho Joaquín Moeckel, abogado de Fran y Cayetano. “Esperábamos que respondiera, que fuera buena persona, que lo entendiera, que tuviera sentimientos. Ahora tiene mucho encima y viendo su situación, nosotros aparcamos. Esta señora está imputada en una querella en la que le piden 3 años de cárcel, tiene graves problemas con Hacienda, entre otros” ha añadido.

Pero el abogado de los hermanos Rivera Ordóñez ha querido aclarar que este movimiento no quiere decir que vayan a abandonar la reclamación. “No, no abandonamos nada. Estamos dentro del plazo de prescripción, que para la petición de herencias se sitúa en 30 años”.

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