La dura respuesta de Isabel Pantoja… ¡cuándo le han reclamado una deuda!

La tonadillera debe mucho dinero. Eso sí, no lo va a poner nada fácil a la hora de devolver lo que en su día le prestaron.

Es evidente que la vida de Isabel Pantoja es de lo más tortuosa. Deudas, enfrentamientos familiares o demandas, es lo que más prima en el día a día de la tonadillera. Su batalla con Kiko Rivera continúa, y es que recientemente el Dj denunció a su tío Agustín por “delitos de apropiación indebida”, una situación que ha hecho que la tensión entre madre e hijo aumente considerablemente, ya que Isabel acudió a los juzgados para defender a su hermano.

Además, con su hija Isa las cosas tampoco fluyen positivamente. Recordemos cuando, la joven, contó públicamente durante 'El programa de Ana Rosa' que un día, intentó visitar a su madre porque estaba preocupada por ella tras el conflicto familiar a raíz de la herencia. En concreto, declaró que tuvo que saltar la valla que rodea a la finca para poder tener una conversación con Isabel Pantoja, ya que no tenía las llaves. En ese momento sí hablaron. Sin embargo, fue el último encuentro que ha tenido con su madre.

¡Menudo berenjenal! Además, y por si fuera poco la intérprete de ‘Marinero de Luces’ debe dinero, mucho dinero, y parece ser que no lo va a devolver tan fácil. Recordemos a Loli Pozo, una señora de 82 años, a quien debe la friolera de 76.000 euros, o a los hijos del que fue su marido, el torero Paquirri, a quienes no quiere dar los enseres que le pertenecen por herencia. Y hablando de Francisco y Cayetano Rivera, es de suma importancia mencionar a Joaquín Moeckel, abogado de los toreros quien sentenció que “las acciones civiles y penales tienen prescripción de los plazos. Lo que no prescribe nunca es la maldad de las personas”, haciendo referencia a la tonadillera y su decisión de no entregar los bienes de Paquirri.

Lo más llamativo de todo llegó el pasado mes de marzo de la mano de un antiguo amigo de la Pantoja. Él mismo explicó que visitó a la artista, a quien conoce alrededor de 30 años, para pedirle el dinero que le debía.  Este ex amigo, quien es un empresario sevillano, afirmó que le dejó una cantidad importante “cuando a ella no le iban las cosas bien y lo necesitaba”. Debido a que tenían una estrecha relación, este empresario no dudó en dejar este dinero. Eso sí, con la intención de que fuese devuelto algún día.  

Sin embargo, según ha contado, cuando fue de nuevo a visitar a Isabel, para reclamarle su dinero, la tonadillera “se puso flamenca” y dio lugar a una fuerte discusión entre ambos. Tras esto, Isabel Pantoja le dijo al sevillano que “mi hermano dice que si no tienes papeles no vas a cobrar”, lo que ha hecho que el empresario decida denunciar a Isabel Pantoja. ¡Menuda respuesta ha tenido la tonadillera!

Bien es cierto que, hasta que la Pantoja no de su brazo a torcer y entregue lo que no es suyo, las tensiones en su vida no van a cesar. Aunque en medio de esta situación, se ha producido un hecho que nos ha dejado boquiabiertos. Se trata de unas declaraciones de Kiko Hernández en ‘Sálvame’ acerca de lo que podría llegar a ser una reconciliación entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera. En concreto, ha sido a través de Instagram donde ha existido un acercamiento entre ambos.

El colaborador afirmaba durante el programa que, según ha comprobado, madre e hijo “se dejaron de seguir y esta mañana ha tenido lugar el milagro, han hecho las paces, al menos en redes sociales”, ha asegurado con asombro.

Ante esas declaraciones, no tardaba en dar su opinión Anabel Pantoja, quien ejerce de defensora de su tía, y recalcó que Isabel no se hacía responsable de sus redes sociales, sino que tenía contratado a una persona que se encargaba de eso. Sin embargo, Kiko Hernández insistió en que si es verdad que ha sido otra persona la que dejó de seguir y ha vuelto a seguir a su hijo, Isabel Pantoja “ya sabrá lo que hace, porque algo tan importante como seguir a tu hijo...”.

No sabemos si esto será el principio del fin de la pelea que hay entre madre e hijo. Eso sí, esperemos que poco a poco vayan acercando posturas y que finalmente puedan tener una relación familiar cordial y unida.