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‘Masterchef 10’: La dramática expulsión de Jokin en la recta final

El plató se llenó de lágrimas y una propuesta de trabajo en la salida del concursante

Tras la inesperada salida de Luismi la semana anterior, los concursantes tuvieron que reunir fuerzas para el último empujón antes de la final. Y, aunque la motivación se notaba en las cocinas, los espectadores presenciaron una de las pruebas de exteriores más desastrosa de las últimas ediciones.

La primera prueba fue toda una alegría para los cocineros: tenían que actualizar los platos favoritos de sus seres queridos. María Lo cocinó unas alcachofas con guisantes; David, callos con garbanzos; Jokin, las patatas nuevas con guisantes; Claudia, un steak tartar; Patricia, arroz negro con alioli; Adrián, un guiso de cordero; y Verónica, una parmigiana de berenjena para su novio.

La sorpresa se dio cuando, ya comenzado el cocinado, aparecieron sus familiares para acompañarlos en la prueba. Hijos, madres, parejas animaron a los concursantes y dieron su opinión del programa durante los minutos que estuvieron. Pero, esos platos tan emotivos para los concursantes no fueron bien valorados por los jueces que en esa ocasión se acompañaron de inspectores encargados de repartir los soles Repsol. Aún así, David, que contó con la ayuda de su hijo de seis años, recibió el delantal dorado.

Prueba de exteriores

Para la prueba por equipos, los concursantes se trasladaron al MOM Culinary Institute, la escuela de cocina de Paco Roncero (3 soles Repsol). El chef es el propietario del restaurante Sublimotion de Ibiza, cuyo menú ronda los 1.800 euros por comensal.

Demostrando su calidad y prestigio como cocinero, Roncero diseñó cuatro platos para que los participantes replicaran: sopa de cebolla dulce con crujiente de parmesano como entrante, salmonete relleno de alcachofas y langostinos sobre su jugo con espuma de patata de primer plato, tuna Wellington de segundo plato y tatín de manzana con bizcocho de remolacha y helado de torta del casar.

El equipo azul, capitaneado por Verónica y formado por María Lo, Claudia y Jokin, se encargó del entrante y del segundo. Este equipo sufrió un retraso con la sopa de cebolla dulce al no caramelizar la cebolla, lo cual llevó a que la tuna Wellington no consiguiese salir de cocinas. Esto es la primera vez que ocurre en Masterchef y Verónica tuvo que pedir disculpas a los comensales. De esa prueba, el equipo rojo consiguió ver la prueba de eliminación desde la galería. David volvió a ser felicitado por su cocinado y capitanía.

Prueba de eliminación

El resto tuvo que enfrentarse a los ya míticos duelos. En ellos, un aspirante debe seleccionar una campana y, tras ver el plato a reproducir, escoger a un compañero para batirse en duelo. El que mejor lo remate se salva, mientras que el otro tiene que descubrir una nueva campana y enfrentarse al adversario que prefiera.

El primero de los duelos se dio entre Jokin y Claudia, por elección de David, para recrear el ‘Caserío Vasco’, un plato de Dabid Muñoz. Jokin perdió ese duelo, para después enfrentarse a Verónica, con un conejo estofado con diferentes texturas de zanahoria, el cual volvió a perder.

El último duelo se dio entre Jokin y María Lo, por ver quien realizada un mejor ‘Pulpo a la galega que fala tai’. Y aunque la balanza se volvió a inclinar en contra del guipuzcoano, y así acabar siendo expulsado, se llevó méritos de todos los jueces. Fue tal el impacto que tuvo la expulsión en estos que Jordi Cruz le propuso ayudarle en su trayectoria como cocinero: “Sabiendo el sacrificio y preocupación que tienes por su familia, si tu sueño es ser cocinero y quieres, te juro que si te puedo ayudar serás un gran cocinero. Te espero en la que quieras de mis casas y me ocuparé de que brilles y los tuyos estén contentos". Con esto, Jokin se convierte en el último expulsado del concurso antes de poner camino a la recta final.

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