Kiko Matamoros, uno de los pesos pesados de la edición, fue echado por poca diferencia con sus compañeros Yulen y Ignacio. Fue tan ajustado que el propio programa publicó por primera vez en toda la edición los porcentajes de votos de salvación a través de la app gratuita: 32,8%, 34,9% y 32,3%.
La despedida de Kiko fue muy emotiva, sobre todo para el Borbón, al cual le dedicó unas palabras: “Nacho, contigo me llevo un amigo. Cuando tengas treinta años y yo setenta y cinco vendrás a verme a mi casa y me contarás que has llegado muy alto”.
Ahora se ha convertido en un parásito con Marta Peñate, la otra gran protagonista de esta edición. El próximo domingo descubriremos quien de los dos es expulsado definitivamente de Supervivientes. Sin ninguna duda, será una de las luchas más importantes y polémicas de la edición. Marta es la concursante que más tiempo lleva viviendo en soledad: un total de cinco semanas, seis si logra tumbar a Kiko.
En la gala 11 también se ha hablado sobre el misterio del mango robado que se comió Marta Peñate. Las cámaras del programa captaron el momento donde la concursante disfrutaba de dicha pieza a escondidas y se preguntaron si había sido robado. Carlos Sobera fue el encargado de comunicarle que el programa había decidido creer las declaraciones de la concursante en las que aseguraba que ella no había robado nada.
Además de eso, la gala también contó con el cambio de look de Anabel Pantoja y Alejandro tras las tentaciones de las que pudieron disfrutar el pasado martes tras un juego del programa.
La noria infernal siempre es una de las pruebas más duras de líder para los concursantes y más después de tantas semanas en los cayos. Ignacio y Alejandro se batieron en duelo por más de 11 minutos, donde Ignacio acabó consiguiendo el liderato para la próxima semana.
En los próximos días veremos si Kiko sigue en la isla como parásito, o vuelve definitivamente a España. El programa se acerca poco a poco a la final, así que habrá que estar muy pendientes de las próximas galas.